EL ENFOQUE CORRECTO: DIOS
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viernes, 15 de marzo de 2024

El Enfoque Correcto para una Vida Sana y Feliz: La Gracia de Dios como Fundamento

marzo 15, 2024 0
      El Enfoque Correcto para una Vida Sana y Feliz: La Gracia de Dios como Fundamento

 


En la búsqueda de una vida sana y feliz, es fundamental encontrar el enfoque adecuado que nos guíe en nuestro camino. En un mundo lleno de consejos contradictorios y modas pasajeras, es fácil perderse en la búsqueda de bienestar.

Sin embargo, existe un enfoque atemporal y poderoso que puede transformar nuestras vidas de manera profunda y perdurable: la gracia de Dios.

La gracia de Dios es un regalo divino que nos ofrece amor inmerecido, perdón y fortaleza para enfrentar los desafíos de la vida. En el contexto de nuestra salud y felicidad, la gracia de Dios nos ofrece un fundamento sólido sobre el cual construir nuestro bienestar integral.


1. Aceptación de uno mismo:

Uno de los aspectos más importantes para una vida sana y feliz es la aceptación de uno mismo. Reconocer que somos amados y valiosos a los ojos de Dios nos libera del peso de la autocrítica y la comparación con los demás.

La gracia de Dios nos invita a abrazar nuestra humanidad, con todas nuestras fortalezas y debilidades, y a cultivar una relación amorosa con nosotros mismos.


2. Gratitud y contentamiento:

Practicar la gratitud y el contentamiento es esencial para encontrar alegría en medio de las circunstancias de la vida. Al reconocer los innumerables dones que recibimos de la mano de Dios, aprendemos a valorar lo que tenemos en lugar de enfocarnos en lo que nos falta.

La gracia de Dios nos enseña a encontrar belleza y propósito en cada momento, incluso en medio de los desafíos y las pruebas.


3. Cuidado del cuerpo y la mente:

Nuestro bienestar físico y mental es un aspecto crucial de una vida sana y feliz. La gracia de Dios nos llama a cuidar nuestros cuerpos como templos del Espíritu Santo, nutriéndolos con alimentos saludables, ejercicio y descanso adecuados.

Además, nos anima a cultivar una mente renovada, llenándola con pensamientos positivos y verdaderos, y practicando la oración y la meditación para encontrar paz interior.


4. Relaciones significativas:

La conexión con los demás es fundamental para nuestro bienestar emocional y espiritual. La gracia de Dios nos llama a amar y servir a nuestros semejantes, cultivando relaciones basadas en el respeto, la compasión y el perdón.

Al nutrir relaciones significativas con amigos, familiares y comunidad, experimentamos el amor transformador de Dios en acción.


5. Propósito y servicio:

En última instancia, una vida sana y feliz está intrínsecamente ligada a un sentido de propósito y servicio. La gracia de Dios nos invita a descubrir y vivir de acuerdo con nuestro propósito divino, utilizando nuestros dones y talentos para bendecir a los demás y glorificar a Dios.

Al servir a los demás con amor y generosidad, encontramos un sentido profundo de realización y satisfacción.

Para concluir, podemos afirmar que el enfoque correcto para una vida sana y feliz se encuentra en la gracia de Dios. Al aceptar su amor incondicional, practicar la gratitud y el contentamiento, cuidar nuestro cuerpo y mente, cultivar relaciones significativas y vivir con propósito y servicio, podemos experimentar la plenitud de vida que Dios anhela para nosotros.

Que cada día sea una oportunidad para vivir en la gracia de Dios y buscar una vida abundante y feliz.



martes, 14 de marzo de 2023

UNA VIDA ABUNDANTE Y SALUDABLE

marzo 14, 2023 0
UNA VIDA ABUNDANTE Y SALUDABLE


Cuando oramos, como Jesús nos enseñó, debemos acercarnos a Dios, “Padre nuestro”, como un niño pequeño. A través de la redención de Jesús en la cruz, Él nos rescató del paraíso de la intimidad perdido por Adán.

Restauró nuestra comunicación con Dios y nos hizo coherederos del Reino de Dios. Por lo tanto, podemos acceder al Padre en el Nombre de Jesús y pedirle a “nuestro” Padre todo lo que queramos, ¡y Él nos lo dará! (Juan 15) 

Nuestro Padre está lleno de promesas para que todos vivamos una vida abundante y saludable. Él se preocupa por ti como se preocupa por mí.

Un pensamiento que me viene a la mente: si te ama tanto que envió a su Hijo a morir por ti, ¿cuánto debemos amarnos unos a otros? ¡Él es amor! Él quiere que camines y hables con Él como lo harías con tu mejor amigo. 

Es un Dios que te  ama cuando vienes a Él con todos tus problemas y cuestiones. Después de todo, ¡Él es el único que puede! 

 Tres Promesas para tomar en serio son: 

- “...atiende a mis palabras; inclinad vuestro oído a mis dichos. Que no se aparten de tus ojos; Guárdalos en medio de tu corazón. ..Son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo.” Proverbios 4: 18-22)

- “La fe viene por el oír y el oír por la Palabra de Dios.” (Romanos 10:17), 

-“Prosperad y gozad de salud, así como prospera vuestra alma”. (3 Juan 2). 


Leer, escuchar y hacer 

 La salud no solo se obtiene deseándola o esperándola. La Biblia es la verdad. ¡No es maravilloso saber que tenemos a alguien en quien podemos confiar! El primer mandamiento nos dice: “¡Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas! 

Todavía podemos recordar cuando aprendimos  eso por primera vez en el grado 6. ¡Quizás recuerdes haber pensado cuán imposible sería amar a alguien que no conoces y no puedes ver! Pero Él “leyó” esos pensamientos que uno tuvo  hace tanto tiempo y en silencio, nos lleva gradualmente al punto en que no solo lo encontramos y aprendimos acerca de Él, sino que llegamos a conocerlo y amarlo íntimamente. Y eso se logra invitando primero a Jesucristo para que sea  el Señor de nuestra vida. Él enseña que cuando lo conoces a Él, también conoces al Padre (Mat. 14:7,9).


Es importante leer la Biblia, meditar en ella y honrar a Dios haciendo lo que te dice que hagas. Esta no es una solución rápida de la noche a la mañana, es un camino que deberás recorrer. 

Aprender la Palabra, escuchar las enseñanzas ungidas y pedirle al Espíritu Santo que te guíe e instruya en todas las cosas es la manera de llegar a conocer y amar a Dios. Cuando permites que las palabras penetren profundamente en tu corazón todos los días, entonces, según Proverbios 4:23: “los asuntos de la vida” fluirán literalmente de ti. 

En otras palabras, la Palabra se convertirá en una parte tan integral de ti que cuando te enfrentes a un desastre de cualquier tipo, el Espíritu Santo traerá a tu memoria Escrituras de sanidad para hablar en esa situación. 

Versículos relacionados con la paz, la sanidad o lo que sea que esa situación requiera brotarán de ti y seguirá la sanidad, de acuerdo con tu fe. ¡Lo maravilloso de la fe es que crece! ¡Un día puede tener dolor de garganta y verlo curarse milagrosamente ante tus ojos! Adivina qué. La próxima vez que tenga un problema mayor, o que alguien le pida que ore por su dolor de garganta, ¡encontrará que su fe está ahí para enfrentar el desafío!


lunes, 6 de junio de 2022

RAZONES PARA CREER EN DIOS

junio 06, 2022 0
RAZONES PARA CREER EN DIOS

 

Dios es el gran creador de todo lo existente, de toda la energía, de lo material y de lo espiritual, qué duda cabe. 


Por supuesto, que no existen dudas para quienes han logrado conectarse con su propia mente supraracional o lo que conocemos como alma. Dicha conexión, es muchas veces posible tras un largo camino por recorrer con adversidades y un duro proceso de aprendizaje.


No obstante, la recompensa muchas veces está justamente al recorrer dicho camino, allí se descubren pequeñas victorias que nos van aclarando el  entendimiento y acercando al conocimiento de Dios.


Por otro lado, lamentablemente muchas personas atraviesan la vida sin conocer a Dios. Y eso se debe a que siguen la línea de pensamiento de aquellos ilusos científicos que tienen aún la soberbia de creer que solo ellos pueden demostrar los misterios que el Universo y la vida encierra.


No existe ni existirá jamás un microscopio, dispositivo o mecanismo inventado por el hombre que puede ver el alma, así como  tampoco se pueden ver los pensamientos.


Son justamente esos pensamientos los que han logrado materializar lo más armonioso y sublime de la humanidad. El amor, en su más pura esencia  es algo que jamás podrán conocer y mucho menos demostrar los hombres de ciencia. 


Por tanto, ningún aparato podrá jamás ver el amor que sentimos por nuestros hijos, padres o familia, así como las emociones hacia los demás incluido el afecto por los animales.


No señores científicos, no existe la posibilidad de que Dios esté sujeto a las leyes de la física, exploren como quieran, investiguen cada átomo, sub-átomo y molécula del Universo. Por la ruta de estas ideas jamás hallarán nada que no sea el fracaso, la incertidumbre y el declive de la inteligencia.


Podrán estos soberbios seguir sus vidas engañando a mucha gente sin aceptar su incapacidad y los  límites de la ciencia, pero la realidad los pondrá en su sitio, pues todo aquello que esté relacionado con Dios y su creación, el Universo, es algo que solo lo podrán comprender en alguna medida, aquellos que trasciendan en la vida.


¿Y qué es trascender? Es lograr escapar del pensamiento de las mentes colectivas acostumbradas a seguir los pensamientos de los "eruditos" más por ociosidad que por un sano juicio. Los que renuncian a descubrir  la mente infinita  y prefieren ser borregos, no podrán acceder al reino de los cielos del que hablaba Jesús.


Trascienden únicamente aquellos que son capaces de conectarse con el nivel del alma, aquellos que saben que la mente consciente debe dominar a la mente subconsciente, lo que es una condición sine qua non para que se produzca aquella conexión que abre el campo de lo infinito  permitiéndonos acceder a la realidad mágica.


Basta ya de dudar, Dios solo se puede sentir y percibir cuando te elevas a ese nivel superior del alma superando la mente colectiva creada por la sociedad. 


¿Cómo es que intentan por otra vía tratar de comprender lo relacionado a la eternidad? Para sentir a Dios debes tener pensamientos que te lleven a lo más difícil de obtener: la fe. A su vez, la fe, es producto de la constancia de pensamientos positivos que estén en consonancia con las leyes universales y espirituales.


Pueden los seres humanos, ser muy buenos, diligentes, trabajadores, bondadosos y exitosos para la sociedad  pero si no tienen fe, no podrán ver ni de cerca esa realidad mágica de Dios, que es el campo puro y fértil de las infinitas posibilidades. 


Quizás aquellas personas se conformen con lo efímero y temporal del mundo de los sentidos. Para ellos, efectivamente, el concepto de la eternidad estará más que distante.


Existen, sin embargo, algunos científicos que han tenido más lucidez debiendo desafiar la estupidez de sus colegas adentrándose en el mundo supra-racional para tratar de entender los secretos más ocultos e inexplicables del Universo.


Es por ello, que algunos científicos han podido avanzar algo en sus investigaciones, esto se ha dado, porque han abierto su mente a temas respecto de la energía, la física cuántica, la metafísica, el mentalismo, la parapsicologíala meditación, la autosugestión, etc. que justamente nos pueden abrir el conocimiento a la verdad de toda la creación.


Por supuesto, sacamos de un enfoque correcto del Dios Supremo a charlatanes, oportunistas y fanáticos religiosos que no aportan a los pensamientos sanos.


Finalmente, cualquier discusión debería acabar aceptando que Dios es creador de todo lo existente desde la más infinitesimal partícula, pasando por toda forma de vida en este y otros mundos y llegando a cubrir con su aura todos los planetas, estrellas, galaxias y si se creen en múltiples universos (multiversos como le llaman algunos), también esos.


Dios dotó a los seres humanos de aquello que parece ser su esencia, hablamos de esa energía llamada alma. Por ello, el mentalismo nos puede ayudar a encontrar a ese Dios que también en pequeño forma parte de nosotros. Cuando lo hallamos, como es adentro es afuera y por tanto,  proyectamos en el exterior la vibración de una persona noble que atrae a los demás.


Tratar de encontrar a Dios en el corazón es algo que solo se puede lograr con la fe. Y la fe no es otra cosa que la convicción de creer que existe porque así lo siente uno con el alma que está impregnada de él. 


La fe solo se logra con la constancia de pensamientos sanos que rompen con los sistemas de ideas colectivos y limitantes que como rocas ígneas se han albergado en el subconsciente a lo largo del tiempo.


Trabajar la mente con sugestiones y acciones nobles es la mejor manera de encontrar el camino, primero hacia ese Dios interno que todos tenemos dentro desde que nacimos y luego hacia el gran creador de todo lo existente. 


Creer en Dios, es una cuestión de fe. Es la certeza de poder alcanzar nuestros más anhelados sueños. Es aquello que nos permitirá compartir las riquezas del alma y encontrar nuestra verdadera razón de ser.


 

MARDAM -EEC