diciembre 2023 - EL ENFOQUE CORRECTO

viernes, 15 de diciembre de 2023

La naturaleza del alma

diciembre 15, 2023 0
                    La naturaleza del alma

Es la naturaleza del alma crecer, sanar y amar. Cuando entramos al mundo, emergemos como un niño pequeño. Estamos abiertos. No tenemos condiciones impuestas por nuestros padres o por nosotros mismos. No nos hemos cerrado a ninguna posibilidad. Es como si el mundo estuviera a nuestros pies. Somos un haz de pureza incondicionada.

A medida que envejecemos, se nos imponen condiciones para dirigirnos por caminos destinados a evitar daños. Incluso si logramos mantenernos fuera de peligro, entramos en un estado de reacciones de estímulo-respuesta hacia la vida. Esto nos aleja cada vez más del estado natural de ser puro con el que vinimos al mundo cuando éramos bebés.

¿Cómo podemos volver a nuestro estado natural de ser? ¿Cómo podemos recuperar nuestra alma y obtener una sensación de bienestar espiritual? Las siguientes son formas en que podemos regresar a la plenitud y la curación que buscamos como seres espirituales encarnados en la raza humana:


1. Haz algo creativo.

La creatividad involucra nuestro corazón, nuestra mente y nuestra imaginación. Estas actividades nos permiten utilizar todo nuestro ser. Nuestra atención se aleja de las expresiones externas del mundo y entra en la dinámica interna de la vida dando origen a nuestro corazón y nuestra imaginación. Cuando se presta atención a nuestro corazón y a nuestra imaginación, entramos en el reino de la intuición. La percepción es nuestra capacidad de ver desde dentro cuán sagradas y mágicas son realmente nuestras vidas.

En el reino del alma, nuestra humanidad se vuelve sagrada. A través de la creatividad somos conscientes de cómo la vida fluye a través de nosotros y no desde nosotros. Cuanto más nos identificamos con estas cualidades de atención que fluyen a través de nosotros, más nos identificamos con las cualidades que residen en nosotros y que son íntegras y curativas. Es nuestro estado natural.


2. Pase tiempo con un niño.

Los niños tienen una manera de desviar nuestra atención de las actividades y responsabilidades que nos definen como adultos. Todo lo que un niño quiere hacer en este mundo es divertirse. Parece que nunca se cansan de tales actividades. Los niños están constantemente motivados por el juego.

Como adultos, tendemos a pensar que el juego es una pérdida de tiempo. Los adultos que pierden el sentido del juego y la alegría en sus vidas corren el peligro de perder la automotivación. El tipo de automotivación al que me refiero implica el deseo de divertirse en la vida. Esto puede llevar a un estado depresivo carente de creatividad, espontaneidad y corazón de niño.

Cada uno de nosotros tiene dentro de nosotros el corazón de un niño que nunca se cansa. Es la parte de nosotros que participa plenamente en y con la vida. A medida que nuestra imaginación y nuestro corazón comienzan a guiarnos sobre la mente, estamos en el alma. En el alma, nuestra mente está en su perspectiva adecuada. Esta parte de nosotros es nuestra conciencia interior que no está limitada por las presiones del mundo. Cuando volvemos al alma, la posibilidad de vivir íntegros y sanados se hace realidad.


3. Conviértete en un niño.

La próxima vez que mires a los ojos de un niño intenta sentir su corazón. Note la diferencia y las similitudes entre su corazón y el de ellos. ¿Hay una diferencia? ¿Está esta conciencia a poca o larga distancia de donde estabas cuando eras niño?

¿Qué pasó con ese niño o niña que llevas dentro? Dado que no podemos recuperar la infancia físicamente, tal vez podamos hacerlo desde dentro. Recuerda tu pasado cuando eras niño: los buenos y los malos momentos. Mientras miras tu vida a través de los ojos de un niño, recuerda cuán activos estaban tu corazón y tu imaginación. Abrázalo. Deja que esta visión interior penetre en toda tu conciencia. Deja de lado tus interpretaciones adultas de tu infancia y mírala con inocencia y amor.

Nuestra verdadera naturaleza es vivir en el mundo sin ser plenamente de él. Dentro de nosotros hay infinitas avenidas que pueden llevarnos hacia la experiencia de la alegría. Cuando dejamos de lado nuestra tendencia a ver el mundo como correcto o incorrecto, bueno o malo, dejamos atrás el dualismo y entramos en la Unidad.

Esta Unidad detrás de todas las apariencias de diversidad es un estado curativo de amor incondicional. Es la parte nuestra que crea toda la vida, la que nos guía a través de la vida y la que nos llevará a casa. Es la fuerza de la naturaleza que nos da vida. Es nuestra alma.

Fuente: 
Reverendo Dr . Samuel Lee Oliver, autor de "What the Dying Teach Us: Lessons on Living" (Lo que nos enseñan los moribundos: lecciones sobre la vida).